Avelon, sin fecha
“Nix,
Ni si quiera sé cómo empezar a hablarte. “¿Cómo estás?” no, ni que fuésemos desconocidos. “¿Hola?” tampoco, demasiado frío. “Mi querida Nix, mi amada, la única con la que quiero pasar la eternidad” sí, es lo que me gustaría decirte, pero dudo que tú quieras escucharlo.
¿Recuerdas cuando nos conocimos? Nuestra vida juntos en la isla de D’Enprys parecía no tener final, hasta que no pudimos resistirnos a nuestra propia esencia…
Ha pasado demasiado tiempo desde que nos vimos por última vez. Desde que nos despedimos, mis heridas aún no han sanado, pero creo que no quiero que lo hagan, puesto que es una imagen del amor que nos profesamos. Y, pese a todo el daño, quiero volver a verte. Aunque sepa que tendremos que volver a luchar con ese instinto que nos hace querer destruirnos el uno al otro. Dime, ¿estoy loco por amarte pese a todo?
Creo que te odio. Por lo que eres. Por lo que representas. Por lo que tu presencia y tu naturaleza le hacen a este mundo. Pero te amo, porque solo contigo me siento completo. Porque, aunque intento integrarme, nadie me puede entender. Nadie me acepta como lo haces tú.
Pienso, ciertamente, que nuestro destino es encontrarnos de nuevo. Una y otra vez. Y convivir. Y luchar. Y separarnos, pero nunca para siempre porque siempre encontraremos al otro, aunque esté en el confín del mundo.
Dime, ¿podremos romper este círculo? ¿Cuál es la clave para que podamos estar en paz? ¿Es nuestra naturaleza la que nos hace que jamás podamos tener tan ansiado final?
Quizá sólo quiera eso. Un final.
Lux”